Oct 10, 2024

Ubyko desarrolla nodos logísticos automatizados que mejorarán los sistemas de reparto de paquetería en el centro de las ciudades

Seguro que alguna vez le ha pasado. Ha comprado algo en una tienda extranjera que le da la posibilidad de hacer el seguimiento de su envío y le permite comprobar que, en cuestión de muy poco tiempo, el paquete llega a nuestro país e incluso a nuestra provincia o ciudad. Pero justo ahí, cuando ya no queda nada, todo parece ralentizarse y la espera se hace eterna. En esa última milla, la logística parece haber perdido el compás de un sistema comercial que nos anima a comprar cada vez más impulsivamente y unos clientes que quieren inmediatez. «A veces te sientes un poco prisionero en tu propia casa porque no puedes salir hasta que llega el repartidor y si decides recurrir a un punto de conveniencia tienes que asegurarte de cumplir con sus horarios, aunque no te pille cerca», explica Hugo Fernández, cofundador de Ubyko, una ‘startup’ que diseña e instala almacenes automáticos en el centro de las ciudades.

La idea que originó la empresa surgió ante un cajero automático. El entusiasmo de los hijos pequeños de uno de sus socios por aquella máquina expendedora de la que brotaba tanto dinero como se pedía -y, sobre todo, en el momento en el que se pedía- les hizo pensar en posibles fórmulas para llevar esa misma sensación de independencia a la última milla de la logística. «El punto de partida fue plantearnos cómo podríamos adaptar el funcionamiento y la capilaridad de los cajeros a la paquetería», explica Fernández.

Almacén robotizado

Imaginemos un local a pie de calle en el que, de cara al público, nos encontremos con una especie de cajero en el que, en vez de la tarjeta y la clave bancaria, tengamos que introducir el número que el comercio electrónico ha asignado a nuestro pedido, que puede ser un teléfono móvil, por ejemplo. Tras ese cajero habrá un almacén como el de cualquier tienda que, en vez de por personas, estará gestionado por automatismos que leerán ese número, localizarán nuestro paquete y lo llevarán hasta nosotros. O mejor dicho, no nos entregarán un paquete concreto, personalizado con una etiqueta en la que figuran nuestro nombre y apellido como ocurre ahora, sino que nos darán un móvil de los diez o veinte almacenados en el local de la marca y modelo que nos interesa. Es decir, no necesitaremos pasar por un cajero predeterminado; nos valdrá cualquiera de los varios que pueda tener en la ciudad el fabricante del teléfono o el comercio a través del que hayamos hecho la compra.

Aportación tecnológica

«Lo ideal sería que esos locales fueran compartidos por varias marcas, pero, como nuestra labor no está en la parte inmobiliaria sino en la tecnología que permite la gestión del nodo y logra que los brazos robóticos identifiquen cada producto y lo manipulen adecuadamente, lo que estamos haciendo es dirigirnos directamente a los ‘retails’ -marcas o comercios que venden al por menor- para que sean ellos los que busquen sus espacios a pie de calle, que pueden ser de solo sesenta metros cuadrados, para instalar en ellos nuestra tecnología», matiza Fernández.

A este primer uso de sus almacenes automatizados, Ubyko enseguida pensó cómo sumar un segundo, más ligado aún con un modelo de consumo cada vez más rápido. Dado que para cubrir la posibilidad de que vayamos a cualquier nodo a recoger el móvil que hemos comprado, todos ellos tendrán que tener alguna unidad en su ‘stock’, por lo que estos espacios podrían hacer también las veces de tiendas físicas a las que acudir sin haber hecho antes la compra o desde las que un repartidor puede hacer una entrega fuera del horario comercial. «De este modo, ayudamos a las empresas a vender durante las 24 horas del día los siete días de la semana directamente sin necesidad de personal. Obviamente, no se puede abarcar toda la variedad de productos que ofrece una marca, pero sí los que tienen más rotación. De hecho, muchas veces esos productos que tienen una mayor demanda no pasan por los almacenes del fabricante o el distribuidor, sino que son lanzados automáticamente a las tiendas porque saben que se van a vender enseguida. Además, hoy la Inteligencia Artificial les permite predecir qué va a demandarse más y las campañas que hacen en las redes sociales también les ayuda a marcar esas tendencias», explica.

Ubyko, que acaba de realizar una prueba de concepto con Correos, es una de las firmas que presentará su proyecto los días 15 y 16 en el Palacio Euskalduna durante la celebración de B-Venture, el foro de ‘startups’ organizado por EL CORREO que este año cumple su novena edición con el patrocinio del Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, entidades a las que se unen como colaboradores BStartup de Banco Sabadell, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank, Banco Santander y la Universidad de Deusto.

Descongestionar las ciudades

Según los promotores de Ubyko, la descentralización de la logística de la última milla también resulta medioambientalmente más asumible que el actual sistema de multirreparto. «A veces cuando hablamos de los problemas de sostenibilidad del comercio electrónico pensamos que bastará con electrificar las flotas de vehículos, pero las furgonetas seguirían congestionando la ciudad», explica Hugo Fernández para señalar otra ventaja de contar a pie de calle con varios nodos logísticos. «En nuestro entorno, por densidad de población y la existencia de locales vacíos, es posible que una marca tenga varios almacenes repartidos por una localidad desde los que un repartidor podría hacer entregas en bicicleta o patinete o a los que el usuario podría desplazarse andando».

Ubyko 

Diseño, instalación y mantenimiento de almacenes automáticos para la última milla.

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