Sep 14, 2023
Biodata Devices

La ‘startup’ Biodata Devices desarrolla y fabrica equipos médicos profesionales para entornos de movilidad

Cualquier médico o enfermero que realice visitas a domicilio puede hoy acceder al instante y desde una simple ‘tablet’ a todo nuestro historial. En ocasiones, y con la misma facilidad que pasamos fotos del móvil al ordenador, los profesionales sanitarios pueden conectar a esa misma ‘tablet’ diferentes dispositivos para realizar algunas pruebas. Desde mediciones de la presión arterial o de los niveles de glucosa u oxígeno en sangre a cardiogramas o ecografías cuyos resultados son automáticamente remitidos al servicio de salud correspondiente. Es una de las facilidades que ya nos aporta la telemedicina y que desarrollan empresas como Biodata Devices, especializada en el desarrollo y fabricación de dispositivos médicos profesionales de bajo coste para entornos de movilidad.

Además de los bolsos de atención domiciliaria en los que incorporan hasta doce dispositivos distintos para la realización de controles ‘in situ’, esta ‘startup’ vallisoletana que participa en la próxima edición de B-Venture desarrolla, por ejemplo, los carritos con que el personal del hospital se desplaza por las habitaciones tomando (y registrando) las constantes vitales básicas de cada paciente.

Monitorización centralizada

«En realidad, en el fondo prácticamente solo cambia el ‘envoltorio’ en el que se ofrece el equipo. Casi el mismo equipamiento que lleva el sanitario en el bolso puede instalarse en una ambulancia, en una maleta en un pesquero o fijarse sobre un soporte para permanecer continuamente en la habitación de un paciente sometido a seguimiento, ya sea en una residencia o un domicilio particular donde podría ser el propio enfermo el que se autocontrole conectado a una plataforma de monitorización centralizada», explica David Astruga, director de tecnología y cofundador de la compañía.

«En nuestros respectivos trabajos previos veníamos del sector sociosanitario y de las telecomunicaciones, y por eso se nos ocurrió que esas pantallas de tele que incorporan algunas camas de hospital podían pasar de ser un mero entretenimiento a funcionar también como terminales médicos y alternar ambos usos. Era 2010, y la idea coincidió con el lanzamiento de las primeras ‘tablets’, lo que nos animó a cambiar la estrategia y orientarnos hacia estos dispositivos porque permitían cubrir la brecha que había entre los equipos de medición de constantes vitales básicas completamente profesionales y los de tipo doméstico o con movilidad», subraya.

En 2016 lograron la patente para España y en 2018, la homologación sanitaria europea e iniciaron el proceso. Dos años después, cuando acababan de poner un pie en el mercado, lo que pudo haber sido el lanzamiento definitivo de la ‘startup’ acabó forzando su parón. «La pandemia llegó cuando habíamos iniciado la comercialización de los equipos, pero no teníamos capacidad para proveer la demanda repentina que recibimos. Ni teníamos ‘stock’ ni posibilidad de lograr los componentes para fabricar. Lo bueno es que confirmó la necesidad de la telemedicina», señala Astruga.

Una necesidad que, sin embargo, aún no ha interesado a las grandes compañías del sector tecnológico sanitario, que «de momento siguen más atentas a los grandes proyectos que a los que se dan en entornos de movilidad». «Tanto las nuevas empresas que puedan surgir como las que ya se dedican a la fabricación de equipos profesionales que quieran entrar también en este nicho tienen una gran barrera de entrada que nosotros ya hemos pasado; sus dispositivos tienen que ser homologados como productos sanitarios, tanto por la UE como por la Agencia Española. Es un proceso tan complejo y caro que la inmensa mayoría de las ‘startups’ del sector no logran homologar su producto», aclara el cofundador de la firma, quien asegura que la facturación de este año alcanzará los 800.000 euros.

Entrar en el mercado europeo

«La empresa, que sigue trabajando en la integración de nuevos dispositivos en sus equipos, ya tiene clientes en Marruecos, Perú y Panamá y ahora quiere intentar entrar en el mercado europeo, especialmente en Francia, Alemania e Inglaterra. «Es curioso que estemos logrando más acuerdos en regiones donde nuestros productos no están homologados que donde sí lo están, y eso se debe a que el sector sanitario es muy profesional y muy exigente. Si no tienes referencias no eres nadie y nosotros ahora ya las tenemos», explica Astruga.

Para dar ese salto buscan una financiación de medio millón de euros que esperan lograr a través de su participación en B-Venture, el evento de ‘startups’ organizado por EL CORREO que los días 17 y 18 de octubre celebra su octava edición con el patrocinio del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, así como con la colaboración de BStartup de Banco Sabadell, BBVA Spark, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank y la Universidad de Deusto.

Tecnología resolutiva, fácil de usar y barata

La gran ventaja competitiva de Biodata Devices es haber integrado «un software muy potente desarrollado por nosotros mismos en un ‘hardware’ muy básico y muy barato», señala David Astruga, director de tecnología y cofundador de la compañía.

Ese ‘hardware’ es la ‘tablet’, «un dispositivo que cuesta alrededor de 250 euros, por lo que se puede sustituir por otro sin un gran presupuesto si se rompe o si hay que adaptarse a las novedades tecnológicas.

Si en vez del 5G algún día pasamos al 7G o si las necesidades de monitorización son más elevadas y requerimos más capacidad porque metemos inteligencia artificial, bastaría con cambiar un terminal por otro. Por si fuera poco, su uso es muy sencillo», resume.