Sep 26, 2024

La ‘startup’ The Residential Club lleva el modelo de negocio de las residencias de estudiantes a los jóvenes profesionales

Las dificultades que hoy encuentran los jóvenes para acceder al mercado inmobiliario están generando nuevos modelos de negocio que intentan dar respuesta tanto a la necesidad de encontrar una vivienda a un precio asequible como a los cambios en los hábitos de vida. «Antes, terminabas la carrera y te ponías a trabajar; ahora la gente tiene otras inquietudes y hay muchos recién licenciados que antes de establecerse prefieren ver un poco qué otras posibilidades tienen dentro y fuera de su ciudad. Así que, al margen de sus posibilidades económicas, durante esta etapa no es habitual que compren vivienda, aunque sí quieren ser tan independientes como les sea posible», explica Nicolás López, fundador y consejero delegado de The Residential Club, una ‘startup’ que lleva el modelo de negocio de los operadores de las residencias de estudiantes a los jóvenes profesionales.

La idea surge de la propia experiencia de López, licenciado en Administración de Empresas y Publicidad y Relaciones Públicas, que durante ocho años trabajó como director comercial de una cadena hotelera, un período de mucho trabajo… y también muchas mudanzas. «España, Bélgica, Estados Unidos, México, República Dominicana… Cada pocos meses o como mucho cada año tenía que cambiar de lugar de residencia. Encontrar un piso para estancias tan cortas ya es difícil, pero además hacerlo en el centro de la ciudad era generalmente prohibitivo para una persona sola, y buscarlo en las afueras cuando no conoces la zona requiere mucho tiempo. En la mayoría de las ocasiones la mejor opción acababa siendo entrar en un piso compartido, que solían ser viejos y descuidados y en los que además no tienes nada que ver con tus compañeros», recuerda.

«Al final de esa etapa, en San Francisco, descubrí un modelo residencial distinto, orientado a colectivos concretos. Edificios enteros habitados por personas que comparten alguna característica. Yo estuve en un complejo para emprendedores y en otro para personas que trabajan en empresas tecnológicas», explica López.

Aquello, en 2019, le dio la idea que andaba buscando para volver y quedarse en España. «Hacía tiempo que quería regresar y emprender y vi que podía hacerlo intentando traer este modelo residencial. Hablar con diferentes agentes y propietarios de inmuebles para convencerles de que den este uso a sus edificios y ofrecer así a los jóvenes profesionales, que están en la veintena o la treintena y aún no se han establecido de manera definitiva en una ciudad, una opción que les permita vivir en el centro de manera independiente, pero al mismo tiempo compartiendo una serie de servicios y espacios con personas que están en esa misma situación», subraya.

Zonas privadas y comunes

En concreto, en las seis residencias que ya gestiona, The Residential Club ofrece un espacio privado que puede ser una habitación de unos 12 metros cuadrados o un apartamento o estudio de 30 -los más reclamados por parejas-, siempre con baño propio y a veces también con cocina, y unas zonas comunes en las que hay desde salones a gimnasios pasando por espacios para teletrabajar o lavanderías. El precio, que incluye limpieza y mantenimiento, oscila entre los 450 euros mensuales del barrio de San Rafael en Málaga y los 1.500 de Azca, en Madrid, y la estancia media hoy ronda los once meses.

Pero, como siempre que se habla de espacios compartidos hay que tener en cuenta el factor humano, la gestión también implica hacer un poco de ‘celestina’. No para emparejar a nadie, pero sí para velar por una buena convivencia. «Hay a quien le gusta pasar tiempo rodeado de otros y hace mucho uso de estas zonas comunes y quien, en cambio, prefiere pasar la mayor parte del tiempo en su propio espacio. Las dos opciones caben perfectamente en el modelo, pero cuando haces la solicitud rellenas un pequeño cuestionario con el que queremos asegurarnos de que tu perfil encaja en las comunidades que ya tenemos. Miramos cosas como que tengas una edad, profesión o intereses afines a quienes ya están en las residencias para tratar de garantizar que en ellas haya siempre una buena sintonía. Nuestra plataforma de gestión nos indica, a medida que se van liberando habitaciones, a quiénes se las podemos ofrecer según su grado de afinidad», explica López.

La firma, que ya está presente en Madrid, Málaga y Valencia, espera entrar pronto en Barcelona, Bilbao, Alicante, Sevilla y Zaragoza, y de ahí dar el salto al extranjero empezando probablemente por Portugal.

The Residential Club presentará su proyecto los días 15 y 16 en el Palacio Euskalduna durante la celebración de B-Venture, el foro de ‘startups’ organizado por EL CORREO que este año cumple su novena edición con el patrocinio del Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, entidades a las que se unen como colabores BStartup de Banco Sabadell, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank, Banco Santander y la Universidad de Deusto.

Plataforma de gestión integrada

The Residential Club cuenta con seis complejos (cinco en Madrid y uno en Málaga) a los que pronto se sumarán dos en Madrid y Valencia. Todos ellos se gestionan a través de una plataforma que permite a los usuarios firmar el contrato, realizar los pagos, notificar cualquier incidencia o apuntarse a los eventos que la propia ‘startup’ organiza para facilitar que se conozcan entre ellos.

A la propia firma le facilita abaratar algunos costes la incorporación de la domótica de las residencias, y a los propietarios del inmueble les deja hacer un seguimiento del uso que se da a su edificio y saber, por ejemplo, cuál es su nivel de ocupación o el grado de satisfacción de sus usuarios.

«En cuanto tuve la idea llamé a Pablo San Juan, que es ingeniero informático, porque al dirigirnos a un segmento tan digitalizado como los jóvenes contar con una plataforma así iba a ser imprescindible. Y lo está siendo, pero para muchas más cosas», explica López.

The Residential Club

Operador de residencias especialmente dirigidas a jóvenes profesionales en los que cuentan con espacios privados y comunes.