Sep 27, 2024

La ‘startup’ donostiarra Polykey desarrolla tecnología que permite a los fabricantes de poliuretano partir de materiales naturales

Si no sabemos mucho de química lo normal es que cuando nos hablen de polímeros asumamos que se refieren a materiales artificiales, generalmente plásticos como el poliuretano, el nylon o el poliéster derivados del petróleo. Pero en realidad la definición solo implica la presencia en su estructura de varias moléculas grandes creadas a partir de la unión de otras más pequeñas, de modo que también hay polímeros naturales. El caucho, el látex o la celulosa lo son, por ejemplo. De hecho, los polímeros naturales podrían sustituir en muchos de sus usos a los sintéticos, hoy más empleados por preciar unos procesos de producción más baratos. Acercarlos a la industria del plástico para proporcionarle una materia prima más sostenible es una de las misiones de PolyKey, ‘startup’ donostiarra creada or las doctoras en Química Andere Basterretxea y Coralie Jehanno.

Ellas coincidieron mientras hacían su doctorado en la Facultad de Química de la Universidad del País Vasco. Basterretxea centró su tesis en la investigación de la síntesis de polímeros biobasados (los de origen natural), mientras Jehanno dedicaba la suya al reciclaje químico de los plásticos.

En aquel entonces ambas lamentaban el poco desarrollo que las tecnologías que nacen en los laboratorios universitarios tienen después en el mercado, lo difícilmente que llegan a las empresas que realmente las pueden utilizar y hacer más sostenible la industria del plástico. De ahí que se animaran a dar el paso y ser ellas mismas quienes dieran ese recorrido a sus investigaciones. «Cada una de nosotras registró una patente y es cuando surgió la idea de dar continuidad fuera de la universidad a unas investigaciones que creíamos que tenían potencial. Lógicamente hemos empezado por dar continuidad a nuestro propio trabajo, pero queremos utilizar la empresa para salvar esa distancia entre lo académico y lo comercial», explica Basterretxea.

La empresa se constituyó en 2020 con el apoyo de la Fundación Polymat y la participación como asesores científicos de los profesores David Mecerreyes y Haritz Sardon y varias líneas de negocio ya definidas. Con la primera, facilitan a las empresas que producen poliuretano pasarse a los polímeros con origen en residuos agrícolas.

Catalizador orgánico

«La tecnología que hemos desarrollado es muy sencilla y económica que se basa en la utilización de un catalizador orgánico. De hecho, la podíamos utilizar nosotras mismas para producir, pero lo que realmente tiene sentido es licenciarla y facilitársela a quienes ya fabrican poliuretano para que la puedan incorporarla de manera sencilla a sus procesos, y hacer así que estos tengan un menor impacto ambiental y cumplan con la legislación, que ya les exige que los polímeros tengan un porcentaje de contenido biobasado. Es, además, un proceso muy versátil que permite obtener polioles de poliéter (los componentes principales de los poliuretanos) de diferentes pesos moleculares y estructuras, por lo que pueden someterse a distintos procesamientos y servir para varias aplicaciones», resume Basterretxea.

La segunda línea de negocio se centra en el reciclaje químico de plásticos. A diferencia del reciclaje mecánico, que es un proceso que se limita a triturar y derretir los plásticos dándole una nueva forma, el reciclaje químico descompone los plásticos en sus componentes básicos, permitiendo tratar residuos que no pueden reciclarse mecánicamente. «En este caso, lo que distingue nuestra tecnología de otros reciclajes químicos es que realizamos el proceso a baja temperatura, lo que supone un gran ahorro energético y hace más sostenible el propio proceso de reciclaje», explica la directora general de Polykey.

La firma, que actualmente tiene su sede en el BIC Gipuzkoa en el Parque Tecnológico de Miramón, busca financiación para contar pronto con instalaciones propias que la permitan contar con reactores de mayor tamaño para hacer el escalado de sus tecnologías.

Polykey presentará su proyecto los días 15 y 16 en el Palacio Euskalduna durante la celebración de B-Venture, el foro de ‘startups’ organizado por EL CORREO que este año cumple su novena edición con el patrocinio del Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, entidades a las que se unen como colabores BStartup de Banco Sabadell, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank, Banco Santander y la Universidad de Deusto.

Proyectos europeos y baterías sólidas

Además de proporcionar tecnología para mejorar la sostenibilidad a las empresas dedicadas a la fabricación y el reciclaje de polímeros plásticos, Polykey participa en cuatro proyectos de investigación con socios europeos y tiene una tercera línea de negocio en la que facilitan moléculas a quienes desarrollan las baterías del futuro: las baterías en estado sólido, que podrían ofrecer una mayor autonomía, seguridad y estabilidad al tiempo que reducen los tiempos de carga.

En las de iones de litio (las que usamos hoy) el electrolito que actúa como conductor para transportar los iones eléctricos entre la placa positiva y la negativa cuando la batería se carga o se descarga es una solución de litio. En cambio, en las baterías sólidas esta solución podría reemplazarse por un polímero. «Las investigaciones están aún en estadios muy tempranos y nosotros lo que hacemos es poner a disposición de las empresas y centros de investigación que trabajan en ello nuestro catálogo de moléculas para fabricar a demanda las que necesiten», explica Andere Basterretxea, directora general de Polykey.

Polykey

Tecnología para facilitar la fabricación de polímeros sostenibles y para mejorar la eficiencia del reciclaje de plásticos.

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