La ‘startup’ Miramoon Pharma, que investiga el desarrollo de fármacos para enfermedades raras, trabaja en un colirio para la retinitis pigmentosas
Miramoon Pharma
‘Spin-off’ de la Universidad del País Vasco y el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia dedicada al desarrollo de fármacos para enfermedades neurodegenerativas y raras.
B-Venture
¿Qué es? Punto de encuentro entre 'startups', inversores, empresas y figuras relevantes del ecosistema emprendedor.
¿Dónde y cuándo? Palacio Euskalduna, 20 y 21 de octubre.
Impulsa. EL CORREO
Patrocinan. Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao.
Colaboran. BStartup de Banco Sabadell, Fundación BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank, Banco Santander y la Universidad de Deusto.
Para focalizar sus esfuerzos decidieron centrarse en una única molécula y escogieron la denominada MP-004, la que tenía aplicación en enfermedades oftálmicas, concretamente en el tratamiento de la retinitis pigmentosa, una enfermedad poco común –afecta a una de cada 4.000 personas– que deteriora las células fotorreceptoras de la retina hasta causar la pérdida completa de la visión. «Ya existe una terapia génica para detener su progreso, pero, además de tener un precio inalcanzable para la mayoría de los pacientes, sólo es aplicable a los que presentan una mutación genética muy concreta. Nuestras moléculas, en cambio, actúan con independencia de la causa genética, por lo que podrían recomendarse a cualquier paciente. Además, su producción sería muy asequible y su administración, sencilla ya que sería en gotas, como colirio», explica Amalia Capilla, directora general de la compañía.
Una vez demostrado que no tiene toxicidad y se realicen los test de estabilidad –lo que garantiza la seguridad del fármaco en el tiempo y que, por ejemplo, podemos guardarlo en el botiquín de casa sin que pierda eficacia–, pasaría a probarse con personas, en las que se corroboraría la seguridad y se estudiaría su eficacia real. «Si todo va bien, estimamos que podría llegar al mercado en 2032», matiza Capilla.