
La ‘startup’ vizcaína Oreka desarrolla una plataforma ‘online’ para evitar el despilfarro en comedores colectivos
En cualquier sitio u ocasión donde se cocine para muchos es inevitable oír eso tan bienintencionado de «más vale que sobre que no que falte». A nivel doméstico es un buen principio. Las sobras denotan generosidad y se producen en cantidades manejables, fáciles de colocar. Congelador, ‘tupper’, croquetas y ya. Sin embargo, lo que evidencian en los comedores colectivos es que los procesos de producción no están ajustados. De modo que, ya solo mirándolo desde un punto de vista empresarial, dejando de lado lo éticamente reprobable que es tirar comida en perfecto estado, generar desperdicio alimentario implica que hay ineficiencias en la gestión interna de las empresas de ‘catering’ de colegios, hospitales, comedores corporativos, eventos…
«Pese a lo pueda parecer son compañías muy eficientes, porque son las primeras interesadas en evitar el despilfarro. Pero cuando preparas comida para centenares o miles de personas y encima tienes que atender una serie de protocolos que te piden que cuentes con ‘stock’ por si hay alguna incidencia, es inevitable que al final sobre algo. Así que el excedente cero no existe, es imposible, pero siempre hay margen de mejora», justifica Denis Ugalde, fundador de Oreka, ‘startup’ vizcaína que ha creado una plataforma ‘online’ que no solo permite a estas empresas afinar más la relación entre raciones preparadas y las finalmente servidas, sino que también logra sacar un buen provecho a ese excedente inevitable.
Ventajas fiscales
Y buen provecho no solo quiere decir que su red de colaboradores gestione íntegramente el proceso de recogida y entrega de esa comida a entidades sociales, como la Federación Española de Bancos de Alimentos, garantizando en todo momento que se dan las condiciones higiénico-sanitarias adecuadas. La tecnología de Oreka además permite a las empresas documentar esa operación y, por tanto, justificar su derecho a las rebajas fiscales ligadas a las donaciones en especie. «Les permite obtener deducciones en la cuota íntegra de hasta el 40% del valor de mercado de las raciones que entregan. A través de nuestra aplicación damos transparencia a ese proceso porque, por un lado, ellas cuantifican el valor de cada partida que donan pero, por otro, la organización social certifica que las recibe», explica su creador.
Ahorros de hasta el 40%
Sin embargo, cuando de verdad genera valor la plataforma de Oreka para las empresas de ‘catering’ es al «medir y caracterizar» los excedentes generados. «Basta con que cada día dediquen unos segundos a registrar una serie de datos para, al cabo de solo un par de semanas, saber qué es exactamente lo que sobra, qué menús o tipos de raciones funcionan mejor, cómo varía la demanda de cada receta en las distintas etapas del año. Hay empresas, donde mejores resultados han logrado, que al cabo de un año han conseguido reducir sus sobrantes en un 40%, pero lo normal es llegar al 15% ó 20%. Eso supone comprar menos materia prima, rebajar los costes energéticos y quizá incluso los laborales», resume Ugalde.
«Lo puedes traducir en impacto social, porque ayudas a personas que lo necesitan, o medioambiental, porque reduces tu huella de carbono o el consumo de agua, pero lo realmente importante son los ahorros que genera al permitir tomar decisiones informadas en los procesos previos a la elaboración de la comida. Al final, nadie usa nuestra aplicación por caridad. Lo hace porque mejora su competitividad», subraya el fundador de Oreka. Su modelo de negocio se basa en una tarifa mensual que incluye tanto la gestión de los excedentes -la entrega a entidades sociales- como el acceso a la tecnología que permite el análisis de esos datos.
La firma, que espera cerrar el ejercicio con una facturación por encima de los 300.000 euros, puede presumir de haber facilitado la donación de unas 45 toneladas de alimentos -150.000 raciones valoradas en unos 400.000 euros- desde su creación en 2019. Su red de gestión de excedentes alimentarios funciona ya con regularidad en cuatro comunidades -País Vasco, Galicia, Madrid y Aragón- pero quiere expandirse al resto por lo que busca alianzas estratégicas y presentará su proyecto los día 17 y 18 en B-Venture, el foro de ‘startups’ organizado por EL CORREO que este año celebra su octava edición con el patrocinio del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, así como con la colaboración de BStartup de Banco Sabadell, BBVA Spark, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank y la Universidad de Deusto.